11 jul 2010

Mi camino

Las cosas son y van así porque alguien lo quiere así. Creo en un ser poderoso que me controla, que me guía y me ayuda. Ya sea para bien o para mal, él lo hace. Durante 19 años, me he dado cuenta que no estoy hecho para seguir masas, ni mucho menos para dirigirlas. Aquel ser poderoso, me ha puesto en un camino distinto, que a menudo no lo comprendo y que me cuesta aceptarlo. Es un camino distinto, de altos y bajos, de tierra y de asfalto a la vez.

El fin de mi camino, se divisa a lo lejos, está allí. Vamos que se puede; tengo que cumplir las metas propuestas. Alguien me dijo hace poco:

- “... eres una gran persona que logrará sus objetivos con el esfuerzo que se necesita...”

Pucha que es verdad; ese es el camino del que les hablo.