“Próxima estación Rojas Magallanes”, de mi boca surgió una carcajada inmediata y un tanto tímida al ver que nadie más se rió. Nuevamente “Próxima estación Rojas Magallanes” y mi risa volvió a asomarse. Era algo tonto, ya que iba en la estación República y anunciaron dos veces una estación errónea. Lo curioso de todo esto, es que todas las personas del metro fueron indiferentes al error y ni se rieron, fui el único. ¿Qué pasó? ¿Estrés?