Todo partió con una invitación a trabajar en Paris Parade. Yo, acepté sin pensarlo dos veces. La verdad es que me entusiasmaba bastante la idea de participar en el desfile y créanme que estaba ansioso porque llegara luego el día.
Hasta que llegó el día y a las 11:00 hrs. estaba afuera de la agencia encargada del evento (JEP agency). Había un montón de gente y cada una con un disfraz; daba la impresión de que todo saldría perfecto.
Llegamos a las 14:00 hrs. al centro de Santiago, Lord Cochrane y comenzó lo peor. De partida, tuvimos que esperar más de 5 horas para poder desfilar. Una vez que tenía mi traje (era un bastón de dulce inflable), caminamos hacia la Alameda y vino lo más “trágico”. La gente se aglomeró alrededor de nosotros, nos pegaban, nos tocaban, nos hacían zancadillas, rompieron algunos trajes y no nos dejaron tranquilos hasta el final del desfile. ¿Cómo puede haber gente tan flaite, huevona y que no se pueda comportar?