Veo que no escribía desde octubre de 2017, cuando aquella vez, inmerso en la oscuridad, no lograba recuperar el aliento de tanto llorar.
Hoy, cerca de 3 años más tarde, todo parecía haber sido sacado desde un cuento alegre y feliz. Sin embargo, de un momento para otro, se volvió el cuento más triste y aterrador de mi vida. Me atrevo a decir que he llegado a sentir dolores que nunca me imaginé que existían, angustias enormes que dejan el estómago retorcido como una cuerda, pensamientos que funden mi cerebro y cuestionamientos persistentes a cada minuto del día.
Confieso, con toda la pena del mundo, que he perdido a la mujer de mi vida. ¿De mi vida? Sí! Hoy esa persona, con justa razón, se ha marchado y me ha dejado sin una parte importantísima de mi corazón. No di el ancho para hacerla feliz como se lo merecía y eso me apena y me perseguirá siempre.
Si por medio de un escrito como este, pudiese transmitir mis sentimientos ... sólo te daría que nunca en la vida te mentí sobre el inmenso amor que siento por ti. Sé que estas sufriendo y eso sinceramente me aterra...soy el causante de tu angustia y dolor, eso jamás en la vida me lo perdonaré.
Mi polola, mi che, mi flaca... sé que eres una mujer fuerte y que saldrás adelante. Discúlpame de corazón. Como te dije una vez...yo nunca te guardaré secretos y te contaré todo aquello que nos afecte como pareja, y así lo hice. Ahora, con mucha pena, asumo las consecuencias. Espero que el tiempo te haga olvidarme por completo, porque no quiero ser recordado como me dijiste que lo harías...
Por mi parte, fuiste, eres y serás la mujer más importante y hermosa que conocí en la vida.
Un beso infinito para ti