18 mar 2009

Viejo Sabio


Iba un poco cansado, había sido una mañana laboral muy agotadora. Tenía sed, así que me compre una bebida gaseosa y tomé la micro que me lleva a casa. Iba escuchando música y mirando las casas y árboles que pasaban frente a mis ojos. Cuando repentinamente, un señor con cara pálida, con boina y de un aspecto medio raro me dice: “…y tú sabes el por qué?...” Perplejo, me saqué los audífonos de mis orejas y me di cuenta que toda la gente nos miraba. Me puse nervioso y cuando iba a preguntarle de qué me hablaba, el me quitó la vista y comenzó a decir: “…y es por eso que la vida es así, está llena de errores, porque la vida es eso concretamente. Yo ya estoy viejo, pero me dio cuenta de lo quiero y del por qué lo quiero, no como ustedes que solo se preocupan de ser felices…” Y siguió hablando por un largo tiempo; yo le tomé mucha atención a cada palabra que salida de su boca. Una vez que dijo todo lo que pudo, se dio vuelta, pude observar que se sacó la boina y se pasó un paño por la cara para sacarse el maquillaje que lo hacía parecer pálido. Luego con un tono distinto al de antes, se presentó y dijo ser un actor, una persona que estudió teatro y que el salía a las calles a mostrar su arte. Explicó que lo que vimos fue un monólogo de un viejo sabio. Nos dio las bendiciones y pasó con su gorra recolectando dinero. Yo le dí 250 pesos, y cuando se los pasé me dijo: “… espero que hayas entendido…” y sonrió. Fue en ese momento cuando entendí, que por ir en mi mundo, escuchando música y pensando en solitario, me perdí una enseñanza que nos quiso dejar ese caballero a cada uno de los pasajeros. Pero por desgracia no lo escuché completo, solo escuché la mitad y fue cuando el me habló. Ahora me lamento y le contesté: ”…no entendí mucho, porque no lo escuché todo…”