9 nov 2008

¿ Llorar o no llorar ?



Exactamente 6 años de mí vida (2003 – 2008) las viví en el Internado Nacional Barros Arana (INBA). Sacando cuentas, fueron más horas en el Liceo que en mi propia casa ¿increíble no? Este año ha sido un poco anormal, ya que cumplí 18 años de edad, tengo que dar la famosa PSU, salí del colegio, conocí a mucha gente y me atrevo a decir que maduré bastante. El viernes pasado fue mi último día de clase de colegio; debo reconocer que estaba muy melancólico, el ambiente de mis compañeros era muy similar, todos nos mirábamos uno al otro sin saber que decir, cómo actuar, nadie quería darse cuenta de que ya somos hombres y tenemos que dejar aquella etapa que suele decirse que es la mejor… el ser escolar. Como lo he mencionado, yo entré al INBA el año 2003 en el Séptimo año A. Fue en ese curso donde encontré por primera vez una “familia” alternativa a la de sangre. Éramos cerca de 40, todos unidos y ayudándonos todos con todos. Luego en Tercero medio entré a otro curso, por el asunto de los electivos. Creí por un momento en que no iba a poder relacionarme con mis nuevos compañeros, pero con el correr del tiempo no fue así. No quiero llorar por dejar atrás esta etapa, ni mucho menos porque me separaré de mi “familia alternativa”, pero estoy consciente de que lloraré de todas maneras el día en que finalmente todo se acabe.